Iglesias, casas señoriales y túmulos
Sobre los monumentos sagrados de Cracovia ya se han escrito gruesos volúmenes. ¡Basta con decir que el número de iglesias antiguas es de... 360! Entre las más valiosas se encuentran las localizadas en la Ciudad Vieja: la iglesia de Santa Bárbara, la iglesia de San Adalberto (en sus sótanos se encuentra una exposición relacionada con la historia de la Plaza del Mercado), la iglesia de Santa Ana (uno de los más bellos edificios barrocos de Polonia), la Basílica de los Franciscanos, la iglesia de la Santa Cruz, la iglesia de San Andrés, la iglesia de San Pedro y San Pablo (antiguamente la sede de las autoridades de la República de Cracovia), la iglesia de los Escolapios, la iglesia de San Marcos, la iglesia de San Juan Bautista y San Juan Evangelista (uno de los ejemplos del estilo sin torres, popular en Cracovia) y la iglesia de San Martín. Todas las iglesias anteriormente mencionadas se encuentran cerca de la Plaza del Mercado, lo que facilita notablemente su visita. El edificio sagrado más importante de la Ciudad Vieja es, por supuesto, la basílica gótica de Santa María que se eleva en la Plaza del Mercado, construida en los siglos XIV y XV. Se pueden admirar en ella, por ejemplo, el altar de Wit Stwosz del siglo XV, las bellas vidrieras y el tesoro renacentista. Precisamente desde una torre de la iglesia, cada hora, suena un toque de trompeta (Hejnał Mariacki), unos de los símbolos de Cracovia.
Dando un paseo por la calle Grodzka vamos de la Plaza del Mercado hasta otro lugar excepcional. Se trata de la Catedral de San Estanislao y San Wenceslao, situada en la zona del Castillo Real de Wawel. Precisamente en este lugar eran coronados los reyes de Polonia, es también el lugar de su sepultura, así como el de sus familias y otros polacos importantes, por ejemplo, Adam Mickiewicz, Tadeusz Kościuszko o Józef Piłsudski. Las criptas de Wawel están abiertas a los visitantes.
Otro edificio muy importante es el Santuario de la Divina Misericordia en Cracovia-Łagiewniki. Al lugar en el que se construyó el santuario ya se peregrinaba en los años 40 del siglo XX. La antigua capilla de San José vivió su mayor esplendor tras la beatificación de la hermana Faustina y su posterior canonización, además de gracias a las peregrinaciones de los papas: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Hoy se encuentran aquí, por ejemplo, el antiguo complejo del convento, una basílica moderna y una capilla. Cerca se creó el Centro de Juan Pablo II «¡No tengáis miedo!».
También se recomiendan a los turistas lugares de culto de otras confesiones: la antigua Iglesia grecocatólica de la Exaltación de la Santa Cruz (iglesia de San Norberto) y la ortodoxa Iglesia del Tránsito de la Virgen María. El distrito de Kazimierz en Cracovia es una zona en la que pueden visitarse templos judíos: la Sinagoga Vieja, la Sinagoga y el cementerio Remuh, las Sinagogas de Isaac, Kupa, de Popper, Tempel y Alta. Representan diferentes estilos arquitectónicos (desde el gótico hasta el modernismo temprano) y, junto con Kazimierz al completo, fueron inscritas en el año 1978 en la primera Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Cracovia y sus alrededores también pueden visitarse por la ruta de los monasterios. En Mogiła se encuentra el monasterio de los Cistercienses, en Skałka el monasterio de los Paulinos y la Basílica de San Miguel Arcángel y San Estanislao Obispo, mientras que en Bielany está el monasterio de los Camaldulenses, que según una rigurosa orden de las autoridades monásticas puede ser visitado por las mujeres tan solo algunos días al año. Merece una especial atención la bellamente situada abadía de los Benedictinos de Tyniec. Este monasterio, el más antiguo de Polonia, se encuentra sobre una colina caliza junto al Vístula. Los aficionados al descanso activo pueden llegar hasta aquí en bicicleta utilizando la Ruta Ciclista del Vístula.
Una de las formas atípicas, pero con toda seguridad intrigante, de visitar la ciudad es el turismo de cementerios. Además de la mencionada Cripta de Wawel merece la pena prestar atención a lugares como: La Cripta de los Notables (en los sótanos de la «Iglesia en Skałka» descansan, entre otros, Jan Długosz, Józef Ignacy Kraszewski, Stanisław Wyspiański y Czesław Miłosz), así como los cementerios: Rakowicki (en la Avenida de los Notables descansan, entre otros, Marek Grechuta, Wisława Szymborska o Jan Matejko y en otra parte del cementerio la familia de Karol Wojtyła) y los de Podgórze, Pasternik y Salwator.
Si buscamos tesoros de la arquitectura sagrada también podemos salir fuera de Cracovia. Comencemos en Książ Wielki, situada a 50 km de la ciudad. Se encuentran aquí monumentos dignos de atención: el antiguo complejo de los agustinos con la iglesia del Espíritu Santo, la iglesia de San Adalberto y la iglesia del Nacimiento de la Santísima Virgen María, situada en Książ Mały, con un antiguo campanario de madera. Volviendo en dirección a Cracovia llegamos a Miechów, donde encontramos la Basílica del Santo Sepulcro, una de las paradas de la Ruta de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén en Małopolska (una ruta que acerca a los turistas la historia y el papel que desempeñó la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén en la historia de la Iglesia y la cultura polaca). Aquí también puede visitarse el Cementerio Militar del periodo de la Primera Guerra Mundial en Miechów, donde están sepultados más de 600 soldados. Apenas 7 km más allá, en la Iglesia de la Santísima Virgen María Madre de la Iglesia de Przesławice, es posible admirar altares tardobarrocos y el campanario de madera situado junto al templo, mientras que en la cercana Wysocice la iglesia de San Nicolás (una de las iglesias rurales románicas de tipo defensivo más antiguas y mejor conservadas). Si buscamos monumentos sagrados también podemos emprender la ruta Niepołomice – Okulice – Hebdów. En Niepołomice es posible admirar el Santuario de San Carlos Borromeo y el Cementerio militar de la Primera Guerra Mundial y no muy lejos, en Staniątki, el Convento y la Iglesia de las hermanas Benedictinas. Desde Niepołomice vamos a Okulice, donde se encuentra el Santuario de la Madre de Dios de Okulice. La ruta la remata el complejo del monasterio de los padres Escolapios en Hebdów.
La visita de Cracovia y sus alrededores puede organizarse utilizando unas muy interesantes rutas temáticas «preparadas». Una de ellas es el cuarto tramo de la Ruta de la Arquitectura de Madera de Małopolska, que incluye unas 40 iglesias de madera en Cracovia y los alrededores de la ciudad, entre otras, la iglesia de Todos los Santos de Cracovia - Góra Kościelnicka, la iglesia de San Bartolomé en Cracovia - Mogiła, la capilla de Santa Judit y Santa Margarita en Salwator, las edificaciones de Wola Justowska, la ermita y capilla de Krzesławice, la Casa Señorial Zacisze de Miechów o la iglesia de la Santísima Trinidad de Iwanowice. Una idea interesante puede ser también desplazarse por la Ruta Románica de Małopolska, que presenta los monumentos del arte y la arquitectura románicos (con la Basílica de Santa María en primer lugar). También recomendamos una excursión por la Ruta Cisterciense, que incluye en los alrededores de Cracovia, por ejemplo, la mencionada abadía de Mogiła.
Además de los imponentes edificios de arquitectura sagrada, Cracovia puede enorgullecerse de monumentos laicos no menos atractivos. Es suficiente con decir que la Ciudad Vieja de Cracovia, junto con Wawel, Kazimierz y Stradom, fueron los primeros sitios de Polonia en ser inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Precisamente en la Plaza del Mercado de Cracovia (una de las mayores de Europa) late el corazón de la ciudad y en sus cercanías más inmediatas están localizadas excepcionales atracciones turísticas. Sin embargo, bajemos en primer lugar bajo tierra. Bajo el suelo de la Plaza del Mercado se encuentran abiertos a los turistas unos sótanos de más de 6000 m2 de superficie, que son una de las secciones del Museo de Cracovia. También merece la pena visitar el sótano más famoso de Polonia, es decir, los subterráneos de culto de «Piwnica pod Baranami». Al visitar la Ciudad Vieja se debe prestar atención a la calle Kanoniczna (donde se han conservado edificios renacentistas y barrocos con portales decorativos) y otras casas de vecinos antiguas: «la del Águila» en la calle Szewska 22, «Gris» en la Plaza del Mercado, la casa de vecinos en la calle św. Gertrudy 7 y en la calle Karmelicka 53. También merece la pena ver los edificios del centro de enseñanza superior más antiguo de Polonia, la Universidad Jaguelónica, a saber: Collegium Nowodworski, Collegium Novum y Collegium Maius.
En búsqueda de monumentos salimos de la Plaza del Mercado por la calle Grodzka y tras algo más de diez minutos de paseo se mostrará ante nuestros ojos uno de los símbolos de la antigua capital de Polonia: el Palacio Real de Wawel. Aquí podemos visitar el bello patio y, previo pago, los ricos interiores, incluyendo las cámaras reales. Desde una de las torres es posible admirar una panorámica de la ciudad y, de paso, tocar el badajo de la Campana de Segismundo, lo que, según la leyenda, da suerte. Desde Wawel nos dirigimos al antiguo distrito judío de Kazimierz, donde entre los puntos obligatorios hay que incluir: la Gran Mikve (edificio histórico en cuyos sótanos se pueden ver unos baños rituales), el Antiguo Cementerio Judío, el Nuevo Cementerio en la calle Miodowa y la Plaza Nueva, en cuyo punto central se encuentra el llamado «Okrąglak», un edificio histórico en el que antaño había un matadero de aves (hoy asociado principalmente con sus famosas baguetes gratinadas). Desde Kazimierz nos dirigimos a Podgórze, donde merece la pena ver, por ejemplo, su Plaza del Mercado y la iglesia de San José (una de las más bellas de Cracovia), la impresionante Plaza de los Héroes del Gueto (y en ella un expresivo monumento formado por 33 sillas de metal, que simboliza la tragedia de los habitantes desalojados del gueto de Cracovia), la Casa de Oración de Zucker, la monumental iglesia de San Benedicto y una atracción muy original: las escaleras de colores de la calle Tatrzańska. A aquellos a los que les interese la historia merece la pena recomendarles visitar los terrenos del antiguo campo de trabajo Cracovia - Płaszów, transformado posteriormente en campo de concentración. Hoy puede verse aquí, por ejemplo, la «Casa Gris» (en cuyos sótanos los miembros de las SS que vivían aquí organizaron una sala de torturas), la villa de Göth y el Monumento a las Víctimas del Fascismo, también llamado el «Monumento de los Corazones Desgarrados». La relación de los monumentos de Cracovia no estaría completa sin una visita a Nowa Huta: un distrito que antiguamente era una ciudad independiente, construida para los obreros de la creada Planta Metalúrgica Lenin. Aquí es posible sentir el clima de un distrito industrial del periodo socrealista.
Cracovia y sus alrededores también son extraordinarias casas señoriales, en las que antes vivían o por las que pasaban importantes personas. Merecen una especial atención: la Casa señorial Białoprądnicki (hoy funciona aquí el Centro de la Cultura), la Casa señorial de Jan Matejko en Krzesławice (actualmente funciona aquí el Museo de Memorias de Hugo Kołłątaj y Jan Matejko), la Casa señorial de Branice, la Casa señorial de Goszyce y la Casa señorial Defensiva de Jakubowice. También hay interesantes propiedades cerca del campo de batalla de Racławice, hablamos aquí, entre otros, de las casas señoriales monumentales de Janowiczki y el Huerto de Manzanos. También merece la pena mencionar los castillos y monumentos defensivos, porque tampoco faltan en las cercanías de Cracovia, por ejemplo, el Complejo de Palacio y Parques Cracovia Prokocim, el Castillo Real de Niepołomice o el Castillo Mirów de Książ Wielki. A los aficionados a visitar fortificaciones recomendamos las fortalezas: Grębałów, Kosocice, Krzesławice, Prokocim, Rajsko, Tonie y Wawel. Uno de los monumentos más importantes de este tipo son las murallas urbanas de la Ciudad Vieja (que antiguamente rodeaban toda la ciudad). Hasta nuestros días solo ha llegado un pequeño fragmento, que incluye atalayas, la Puerta de San Florián y la característica Barbacana, levantada en el año 1499.
Una de las interesantes atracciones de Cracovia son los túmulos, desde los cuales se puede admirar una panorámica de la ciudad. Se deben señalar aquí el Túmulo de Kościuszko, situado cerca de la cantera Liban, el Túmulo de Krakus, el Túmulo de Piłsudski, el más alto de Polonia, y el Túmulo de Wanda, situado en Nowa Huta.